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El Gobierno se arrodilla ante la CGT para evitar un paro y cede en la reforma laboral

El Ejecutivo y un sector de la CGT acordaron crear una mesa de diálogo tripartita junto a empresarios para revisar la reforma laboral, evitar bloqueos sindicales y desactivar posibles medidas de fuerza. La ausencia de los Moyano marca una tensión en las negociaciones.

1 de October
Rodrigo Lopez
Autor:
Rodrigo Lopez

El Gobierno nacional reanudó el diálogo con la Confederación General del Trabajo (CGT) en un intento por evitar nuevas medidas de fuerza. Ayer, funcionarios del Ejecutivo se reunieron con dirigentes de la central sindical en la Casa Rosada, donde acordaron la creación de una mesa tripartita que incluya a empresarios para revisar aspectos de la reciente reforma laboral. Uno de los temas clave será la revisión del polémico artículo que regula los bloqueos sindicales, un punto que genera preocupación en los gremios.


En representación del Gobierno participaron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el asesor presidencial, Santiago Caputo. Del lado sindical, estuvieron presentes Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio), dos de los principales referentes de la CGT dialoguista. También se sumó Gerardo Martínez, líder de la UOCRA, un actor clave en las negociaciones. Sin embargo, destacaron las ausencias de Pablo y Hugo Moyano, quienes se han mostrado en desacuerdo con cualquier acercamiento al Ejecutivo.


La reunión buscó ser una vía de negociación antes de la marcha universitaria convocada para el día siguiente, que contará con el apoyo del ala más combativa de la CGT. Además, los gremios aeronáuticos están preparando un paro para el 17 de octubre, con Aerolíneas Argentinas en el centro del conflicto. No obstante, se supo que Roberto Fernández, titular de la UTA, no se sumaría a la medida, lo que podría suavizar el impacto del paro en el transporte.


Julio Cordero, secretario de Trabajo, aseguró que la mesa tripartita servirá para debatir temas de modernización laboral, sin intención de resolver de inmediato el conflicto de los bloqueos sindicales. "Se tratará de aclarar dudas entre las partes", señaló. Uno de los temas a tratar será la posibilidad de una intervención administrativa cuando una protesta gremial paralice el funcionamiento de una empresa.


Los gremios también manifestaron su rechazo al Proyecto de Democracia Sindical, que proponía limitar la reelección indefinida en los sindicatos y reducir el cobro de la cuota gremial. Este proyecto fue frenado en el Congreso gracias a un inesperado acuerdo entre libertarios y kirchneristas. El Gobierno, además, evitó reglamentar el artículo de la reforma laboral que calificaba como "grave injuria" la participación en bloqueos, una acción que podría ser motivo de despido.


Héctor Daer, luego de la reunión, indicó que el artículo en cuestión está mal redactado y necesita correcciones. "Se habla de bloqueos totales y parciales, pero la redacción es ambigua y permite discrecionalidad empresarial", aseguró. La CGT se prepara para una marcha federal, con la participación de los docentes universitarios y otros gremios, como parte de su estrategia de presión hacia el Gobierno.