El Gobierno eliminará la Secretaría de Prensa y centraliza la comunicación en Adorni

El presidente Javier Milei decidió eliminar la Secretaría de Prensa tras la renuncia de su titular, Eduardo Serenellini, quien dejó el cargo en medio de tensiones con la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. La medida se formalizará mediante un decreto en el Boletín Oficial.

Con esta reestructuración, el vocero presidencial, Manuel Adorni, asumirá las funciones del área, integrando la Subsecretaría de Prensa —liderada por Javier Lanari— dentro de la Secretaría de Comunicación y Medios, cuyo presupuesto asciende a $25.412 millones.

Adorni quedará al frente de tres subsecretarías (Vocería y Comunicación de Gobierno, Coordinación Administrativa y Medios Públicos), además de una unidad de gabinete de asesores. También manejará siete direcciones nacionales, cuatro generales y veintitrés de menor rango.

Entre los funcionarios bajo su órbita figuran Juan Pablo Carreira, director nacional de Comunicación Digital, y Santiago Oría, director de Realización Audiovisual, responsable de la difusión de las apariciones presidenciales. Además, la Secretaría cuenta con un área de publicidad oficial con fondos asignados por $8375 millones.

En el fallido proyecto de Presupuesto 2025, la ahora disuelta Secretaría de Prensa tenía previstos $4871 millones para “acciones institucionales”, de los cuales $3501 millones estaban destinados a gastos en personal y $1352 millones a servicios no personales, como mantenimiento y traslados.

Según el boletín fiscal del Ministerio de Economía correspondiente al tercer trimestre, la Presidencia logró reducir en 2024 una deuda de $84.646 millones en programas vinculados a comunicación e inteligencia, incluyendo $6029 millones en acciones de prensa institucional y $80.275 millones en información e inteligencia.

La salida de Serenellini se concretó ayer por la mañana, cuando presentó su renuncia a Milei en la Quinta de Olivos, aduciendo “motivos personales”. Durante su gestión, había recibido críticas internas por sus viajes a distintas provincias, donde mantenía reuniones con funcionarios y medios locales.