Autor:
Rodrigo Lopez

Las condiciones en la cárcel de Batán volvieron a quedar en el centro de la polémica luego de que los internos denunciaran problemas con la comida y la presencia de un preso con tuberculosis sin medidas preventivas adecuadas. Según el reclamo elevado al Comité Contra la Tortura, los alimentos que reciben los reclusos en la Unidad N° 15 llegan en mal estado, a veces congelados, en cantidad insuficiente y sin considerar las necesidades de quienes padecen HIV, diabetes u otras enfermedades.

Además, aseguran que 27 internos con indicación médica para una dieta específica han dejado de recibir sus viandas en varias oportunidades. A este reclamo se suma la preocupación por un interno con tuberculosis alojado en el pabellón de máxima seguridad, quien lleva 17 años detenido y cuyo estado podría haber expuesto a otros presos. El Servicio Penitenciario Bonaerense no habría tomado medidas preventivas ni realizado testeos para detectar posibles contagios.

El caso ya fue informado al Juzgado de Ejecución N° 2 de San Isidro, que ordenó su traslado a la Unidad N° 13, con la obligación de reportar cada 72 horas su estado de salud. Sin embargo, los internos denuncian que aún no se han tomado medidas dentro del penal para evitar una propagación del virus.

Este episodio se suma a las denuncias presentadas hace dos semanas en la Unidad Penal 44, donde las mujeres trans detenidas exhibieron imágenes de comida quemada, en mal estado y con cucarachas.